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Cómo mejorar la alimentación de su paciente en el consultorio?
Escrito por
Equipe Cardiopapers
Publicado em
29/1/2022
La Sociedad Estadounidense de Cardiología ha publicado una publicación con estrategias que los médicos y profesionales de la salud pueden usar para guiar a sus pacientes a través de cambios en el estilo de vida. Considerando la deficiencia que existe en la formación de estos profesionales en la ciencia del comportamiento, la publicación trae técnicas a ser aplicadas durante la consulta para orientar el proceso de cambio.
El modelo de enfoque recomendado es el de las 5 A (Assess, Advise, Agree, Assist, Arrange), que se desarrolló con base en estudios de psicología para el cambio de comportamiento. Inicialmente, se utilizó para orientar el abandono del hábito tabáquico, pero con el tiempo se fueron adaptando a otros hábitos de vida, como la alimentación y la actividad física, por ejemplo.
Las 5 As es un modelo centrado en la descripción clara y específica de la relevancia del factor de riesgo relacionado con el estilo de vida. Posteriormente, acordar con él un objetivo para modificar el factor de riesgo; además de asesorar al paciente sobre las formas de lograr la meta acordada y superar las barreras. Y, por último, darles un seguimiento adecuado o derivarlos a programas de orientación especializados o especiales.
Un estilo de vida saludable se define por: mantener un patrón de alimentación saludable, practicar actividad física regularmente, evitar la exposición al tabaco y sus productos, lograr una cantidad adecuada de sueño de manera regular y controlar los niveles de estrés.
En cuanto al primer hábito mencionado (mantener un patrón de alimentación saludable), es posible que el médico pueda abordar en consulta la rutina alimentaria del paciente y decidir la conducta pertinente en cada caso. Los estudios ya han demostrado que cuando los médicos brindan pautas nutricionales, los pacientes mejoran su ingesta dietética y reducen los triglicéridos, LDL-c y el peso corporal.
Siguiendo la guía de las 5 As, los pasos para brindar orientación nutricional en consulta serían:
- ASSESS: El primer paso es evaluar la dieta del paciente. Se puede realizar, por ejemplo, a través de un cuestionario entregado antes de la cita que será llenado por el paciente. Puede incluir preguntas sobre la frecuencia semanal/diaria de consumo de frutas, verduras, cereales integrales, carnes procesadas, dulces, frituras y bebidas alcohólicas. El propio artículo menciona dos cuestionarios americanos que podrían ser traducidos y utilizados (REAPS – Rapid Eating Assessment for Participants y Starting the Conversation).
- ADVISE: Con base en la evaluación del consumo de alimentos, se debe orientar al paciente sobre los riesgos para la salud que sus hábitos pueden ocasionar, además de los potenciales beneficios derivados de cambios positivos.
- AGREE: Teniendo en cuenta los hábitos que se deben mejorar, se establece un acuerdo con el paciente sobre metas tangibles a establecer (ver más detalles en este texto). Lo ideal es comenzar con unas pocas metas, ya que puede no ser factible que el paciente cumpla muchas a la vez.
- ASSIST: en la elección de los alimentos intervienen muchos factores, por lo que el profesional debe ayudar al paciente a anticipar los desafíos y obstáculos en el logro de las metas.
- ARRANGE: Debe describirse un plan de seguimiento para verificar el progreso del paciente durante el tratamiento. Hacer pautas dietéticas efectivas requiere mucho tiempo. Por tanto, derivar al paciente a un nutricionista especializado es una actitud prudente para el manejo del riesgo cardiovascular asociado a la dieta, especialmente cuando existe sobrepeso y obesidad.
Fuente:KRIS-ETHERTON, Penny M. et al. Strategies for Promotion of a Healthy Lifestyle in Clinical Settings: Pillars of Ideal Cardiovascular Health: A Science Advisory From the American Heart Association. Circulation, 2021.