Pseudoaneurisma del ventrículo izquierdo ¿qué necesitas saber?

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¿Ha oído hablar alguna vez del pseudoaneurisma del ventrículo izquierdo? Vamos a mostrar una pequeña reseña aquí;

Paciente varón de 76 años , ya revascularizado, que presenta un nuevo infarto en pared inferior tratado mediante angioplastia primaria. Unas 3 semanas después, evoluciona con empeoramiento del cansancio para actividades sencillas. Se le realizó ecocardiograma y ante la sospecha se remitió a resonancia magnética para confirmación diagnóstica. ¿Qué le pasó a este paciente?

En las imágenes de Cine-RM observamos una evidente pérdida de continuidad de la pared libre del ventrículo izquierdo quedando la sangre contenida únicamente por el pericardio (flechas), incluyendo la formación de un pequeño trombo en su interior.

Las imágenes de perfusión en reposo confirman la llegada simultánea de contraste en la cavidad ventricular y en la nueva cavidad que se ha formado.

El realce tardío permite caracterizar claramente los puntos de ruptura muscular con fibrosis de los bordes (flechas verdes) y formación de un pequeño trombo (*) en la porción más basal. La presencia de realce pericárdico (inflamatorio) refuerza el hallazgo (flechas rojas).

Los hallazgos confirman la sospecha de una complicación mecánica del infarto con rotura de la pared libre del ventrículo izquierdo.

El pseudoaneurisma del ventrículo izquierdo es una complicación clásica del infarto de miocardio , que, aunque rara, puede ser catastrófica por el riesgo inminente de rotura. Ocurre en la gran mayoría de los casos asociada a infartos de pared inferior, siendo menos frecuente infartos de pared anterior.

En el 60% de los casos es una complicación mecánica del infarto de miocardio. Sin embargo, en el 30% de los casos puede presentarse como complicación de cirugía cardiaca, especialmente reemplazo valvular en posición mitral. El 10% restante puede ser secundario a un traumatismo.

Los síntomas comunes son dolor torácico y disnea, aunque puede haber casos asintomáticos. El área cardíaca aumentada y los cambios electrocardiográficos, aunque presentes, son inespecíficos en la mayoría de los casos.

El método más confiable para el diagnóstico es la angiografía invasiva, que demuestra el paso del contraste a través de un orificio estrecho hacia la región dilatada del ventrículo izquierdo sin que lo rodeen las arterias coronarias. La ecocardiografía transtorácica, aunque es la primera línea de diagnóstico, tiene baja precisión. La modalidad transesofágica tiene mejor precisión y puede agregar información, especialmente en los casos posteriores al reemplazo de la válvula mitral. La Tomografía Cardiaca TC y Resonancia Magnética Cardíaca (RMC) son métodos cada vez más utilizados para la confirmación diagnóstica debido a su alta resolución espacial (TC) y poder de caracterización de tejidos (RMC).

La RM, en particular, permite un análisis más completo, con función ventricular, identificación del punto de ruptura de la pared y caracterización de la estructura del tejido, además de demostrar las condiciones del pericardio, especialmente el proceso inflamatorio asociado.

Aquí, el diagnóstico diferencial más importante y no siempre fácil es la diferenciación de aneurismas verdaderos. Estos, aunque controvertidos en su definición, se caracterizan por la integridad de la pared, que generalmente es delgada, compuesta por fibrosis reparadora o permeada por regiones de miocitos intactos. Además, suelen asociarse a infartos anteriores con formación de segmentos acinéticos o discinéticos que pueden aumentar con el tiempo, aunque con muy bajo riesgo de rotura.

El diagnóstico diferencial es muy importante porque implica pronóstico (los pseudoaneurismas son mucho más propensos a romperse) y manejo (quirúrgico siempre para los pseudoaneurismas).

Fuente Bibliográfica

Inayat F et al. Left Ventricular Pseudoaneurysm: An Overview of Diagnosis and Management. J Investig Med High Impact Case Rep. 2018 Aug 2;6:2324709618792025.