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¿Los niveles de omega 3 cambian el pronóstico de los pacientes infartados?

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Un estudio español de 944 participantes con IAM sometidos a ATC primario, analizando los niveles séricos de la fracción EPA ligada a la fosfatidilcolina (PC-EPA) correspondientes al consumo en las últimas semanas de omega 3 marino, encontró una fuerte correlación entre:

- Mayores niveles de PC-EPA y menos desenlaces en 3 años (muerte y reingreso), con significación estadística e independiente del resto de variables analizadas.

Aunque los intentos iniciales de suplementar omega-3 en su forma completa no han mostrado efectividad, los estudios con esta fracción están provocando el área de la prevención cardiovascular luego de resultados favorables en al menos otros 2 estudios: REDUCE-IT con reducción de resultados en pacientes alto riesgo utilizando ya estatinas y EVAPORATE con evidente reducción del volumen de placas ateroscleróticas.

Como sabemos, los pacientes en prevención secundaria (postinfarto) son los más susceptibles a nuevos eventos y todas las estrategias empleadas, ya sean medicamentosas o relacionadas con los hábitos alimentarios, son cruciales para reducir el impacto.

Si bien los reingresos pueden deberse a nuevos eventos coronarios, el estudio enfatiza el papel mioprotector de estos lípidos en la membrana celular con respuesta inflamatoria reducida y extensión del daño después del infarto (estudio con resonancia cardíaca que muestra una correlación inversa entre el tamaño del infarto y los niveles de EPA ).

Limitaciones:

- Como estudio observacional, todavía no hay certeza de que intervenir aumentando el omega-3 marino o incluso completándolo podría reducir los eventos posteriores al síndrome coronario. Es importante señalar que el beneficio fue independiente de los altos niveles de triglicéridos que se utilizaron como criterio de inclusión para REDUCE-IT;

- Temas relacionados con la genética y el estilo de vida de poblaciones específicas (como en el caso de los españoles aquí) pueden tener un impacto aún mayor, potenciando estos beneficios, dificultando la extrapolación de los hallazgos a otras poblaciones.

Fuente:

Circulating Omega-3 Fatty Acids and Incident Adverse Events in Patients With Acute Myocardial Infarction. Journal of the American College of Cardiology. Volume 76, Issue 18, 3 November 2020, Pages 2089-2097