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Corazón de atleta: qué debe saber todo médico al respecto?
Escrito por
Equipe Cardiopapers
Publicado em
5/7/2022
La literatura médica es sólida al establecer los beneficios cardiovasculares de la actividad física regular. Esto es tan cierto que en las guías de hipertensión, dislipemia y prevención primaria hay un espacio para el debate sobre los beneficios del ejercicio físico (1,2,3). Se recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana. Algunos deportistas profesionales realizan más de 20 horas de actividad física intensa, superando en ocasiones los 15 MET durante estas sesiones de entrenamiento. Esta tasa de ejercicio significa exponer el corazón a 5-6 veces el gasto cardíaco en reposo. De esta forma, en ocasiones, el corazón del atleta se adapta de forma eléctrica, estructural y funcional.
“El corazón de atleta es para los que pueden”
Sabemos que la entidad “corazón de atleta” se derivará de un producto de dos variables
1) exposición al entrenamiento
Solo aquellos que están expuestos al entrenamiento tendrán la posibilidad de alteraciones sugestivas de un corazón de atleta. Esto es incluso interesante, ya que el desentrenamiento del atleta puede ser una estrategia relevante para el diagnóstico diferencial entre "corazón de atleta" y alguna enfermedad que tal vez mimetice la condición.
2) carga genética y tipo de deporte para la adaptación
Los atletas de resistencia parecen tener una mayor prevalencia de cambios adaptativos. Por otro lado, las mujeres tienden a tener cambios menos pronunciados que los hombres. Esto significa que la genética, el género, el tipo de deporte (y la forma en que se practica) son importantes.
¿Qué cambios podemos ver en el sistema cardiovascular del atleta?
Desde un punto de vista electrocardiográfico
- Situaciones que demuestran aumento fisiológico del tono vagal: bradicardia sinusal, arritmia sinusal, bloqueo auriculoventricular de primer grado
- Situaciones que muestran masa ventricular izquierda aumentada: criterios de voltaje para sobrecarga ventricular izquierda
- Trastorno de conducción de rama derecha
- Inversión de onda T de v1-v4 en atletas negros
Desde un punto de vista estructural
- Aumento de la masa ventricular izquierda en un 10-25%
- Aumento de las cavidades ventriculares hasta en un 15%
- Dilatación biauricular
Desde un punto de vista funcional
- Aumento del llenado diastólico
- Aumento del volumen sistólico
Cambios periféricos
- Crecimiento del músculo esquelético
- Mejor capacidad oxidativa
- Mayor Vo2 pico
- Aumento de la actividad mitocondrial
En la Evaluación Pre-Participación, el médico cardiólogo/médico deportólogo a veces debe ser consciente de estos cambios, también porque aquí existe la posibilidad de diagnóstico diferencial con las miocardiopatías. Pueden ocurrir dos tipos principales de errores:
- Liberar a un deportista con cardiopatía a quien se le enmascaró el diagnóstico por considerarlo "corazón de deportista"
- Mantener alejado a un deportista sano, con cambios secundarios únicamente debido a su exposición al entrenamiento, provocando que en ocasiones que pierda una actividad laboral, con beneficio económico, o al menos de ocio y salud.
Por lo tanto, el médico que trabaja con la evaluación pre-participación debe estar atento a los posibles diagnósticos diferenciales del corazón del atleta (4).
Miocardiopatía dilatada.
Tanto los atletas como los pacientes con cardiopatía dilatada pueden tener un ventrículo izquierdo dilatado.
Displasia arritmogénica del ventrículo derecho
Tanto los atletas como los pacientes con miocardiopatía arritmogénica pueden demostrar una inversión de la onda T en V1-V4 en el electrocardiograma. Además, las descripciones en la literatura muestran una pérdida aguda de la función del ventrículo derecho después de eventos de resistencia, algo que también se puede ver en la miocardiopatía arritmogénica.
Miocardio no compactado
Existe la posibilidad de hipertrabeculación del corazón del atleta.
Miocardiopatía hipertrófica.
El electrocardiograma del atleta puede mostrar signos de sobrecarga ventricular izquierda. Asimismo, los tabiques de 13-16 mm en ocasiones dejan dudas sobre si son secundarios a formación o enfermedad.
¿Cómo proceder cuando tenemos dudas?
Desentrenamiento
Ante la posibilidad de enfermedad, la ausencia de actividades por aproximadamente 12 semanas puede entrar en el contexto de desentrenamiento. En este caso, existe la posibilidad de remisión de los hallazgos, si son secundarios al entrenamiento. Si los hallazgos se redujeron o entraron en remisión, habla a favor del corazón de un atleta. Si no, ambas posibilidades siguen presentes.
Valorar la capacidad funcional del deportista.
La entrevista clínica puede traernos sospechas. Pero lo ideal es que se realice una prueba ergométrica o ergoespirométrica, si es posible, mimetizando lo que practica el deportista. Un detalle relevante es que se espera que los atletas tengan una buena capacidad funcional. Llamarían la atención valores en la media o inferiores a lo esperado para edad y sexo. Si el atleta tiene pruebas ergométricas o ergoespirométricas previas, la comparación es bienvenida.
Resonancia magnética del corazón
En estos casos, la resonancia magnética puede encontrar criterios diagnósticos para las enfermedades mencionadas.
Resumen de consejos para diferenciar el corazón de atleta de la miocardiopatía hipertrófica:
VE: ventrículo izquierdo. HVE: hipertrofia ventricular izquierda; Cavidade: cavidade; SAM: movimento anterior sistólico del folleto mitral; Relação: relación; Função: función; Alterações: alteraciones; Regressão: regresión.
¿Puede el ejercicio físico ser un inductor de enfermedades del corazón?
Este es un tema de intenso estudio. Los atletas de resistencia de mediana edad parecen tener un riesgo 5 veces mayor de fibrilación auricular que la población general (5).
Algunos autores consideran la posibilidad de conceptualizar el corazón del atleta como un corazón potencialmente arrítmico. No en un sentido alarmista, sino en el sentido de afinar su evaluación y tomar buenas decisiones clínicas a partir de eso. Heidbuchel, en un trabajo de 2018, trajo el tema a debate, con una buena comparación “de la misma manera que el tenis puede generar codo de tenista, el corazón del atleta es proarrítmico”, y agrega que en ninguna de las situaciones se debe contraindicar el ejercicio, pero si llevarlo a una evaluación más adecuada (6).
Referencias:
- Ghorayeb N, Stein R, Daher DJ, Silveira AD, Ritt LEF, Santos DFP et al. Atualização da Diretriz em Cardiologia do Esporte e do Exercício da Sociedade Brasileira de Cardiologia e da Sociedade Brasileira de Medicina do Esporte – 2019. Arq Bras Cardiol. 2019; 112(3): 326-368.
- Visseren FLJ, et al. 2021 ESC Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice: Developed by the Task Force for cardiovascular disease prevention in clinical practice with representatives of the European Society of Cardiology and 12 medical societies With the special contribution of the European Association of Preventive Cardiology (EAPC). European Heart Journal, ehab484, https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehab484 Published: 30 August 2021.
- Arnett DK, Blumenthal RS, Albert MA, Buroker AB, Goldberger ZD, Hahn EJ, Himmelfarb CD, Khera A, Lloyd-Jones D, McEvoy JW, Michos ED, Miedema MD, Muñoz D, Smith SC Jr, Virani SS, Williams KA Sr, Yeboah J, Ziaeian B. 2019 ACC/AHA guideline on the primary prevention of cardiovascular disease: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical Practice Guidelines. Circulation. 2019; 140: e596–e646. DOI: 10.1161/CIR.0000000000000678
- Sanjay Sharma, Ahmed Merghani, Lluis Mont, Exercise and the heart: the good, the bad, and the ugly, Eur Heart J2015; 36: 1445–1453.
- Abdulla J, Nielsen JR. Is the risk of atrial fibrillation higher in athletes than in the general population? A systematic review and meta-analysis. Europace. 2009; 11: 1156-9.
- Heidbuchel H. The athlete’s heart is a proarrhythmic heart, and what that means for clinical decision making. 2018; 20: 1401-1411.