Compartilhe
10 consejos de Geriatría que todo médico debería saber
Escrito por
Equipe Cardiopapers
Publicado em
12/10/2019
Es cada vez más común en los cardiólogos atender a personas de edad avanzada. Esto debido al aumento de la sobrevida en general de la población y el acúmulo de comorbilidades cardiovasculares en pacientes ancianos. Pensando en ello, les compartimos aquí un texto escrito por el Geriatra Daniel Gomes (editor del perfil@Envelhecer con Saúde) sobre 10 consejos de Geriatría que todo médico debería saber.
- Establezca con el paciente y la familiar cuáles son las prioridades. Determine siempre los objetivos del cuidado (GOALS OF CARE). Realice eso rutinariamente, y no deje de abordar tal punto cuando la condición clínica esté muy deteriorada.
- JAMAS tome decisiones (hacer o no exámenes, procedimientos, cirugía, medicamentos, etc) basado apenas en la EDAD CRONOLÓGICA. La edad por sí sola no contraindica nada. El personal de geriatría ya está bien acostumbrado con ese concepto, a pesar de que muchas veces otros especialistas todavía se enfocan mucho en la edad cronológica del paciente y no en el aspecto funcional. Por otro lado, no solicite pruebas de rastreo (mamografía, colonoscopia, PSA, etc.) sin antes considerar la expectativa de vida y los riesgos relacionados al diagnóstico y el tratamiento.
- Evalúe SIEMPRE la FUNCIONALIDAD de su paciente anciano, en todas las consultas. La funcionalidad es el mejor termómetro de la salud del anciano y el parámetro más importante para prever el pronóstico. El declive funcional debe indicar que algo errado está aconteciendo.
- NINGUNA ENFERMEDAD debe ser atribuida exclusivamente a la edad. Máximo, la edad avanzada torna al anciano más vulnerable / susceptible a una injuria. Entienda la diferencia entre COMÚN y NORMAL. Lo que es común en el anciano no es, necesariamente normal para él. Ejemplo: La hipertensión arterial sistólica aislada es muy prevalente en esa faja etaria, pero no puede ser considerada normal y debe ser tratada.
- MULTIFACTORIAL es la regla, y no la excepción. ¿Cómo así? En el anciano, diferente del joven, un problema (síndrome, síntoma) normalmente es causado por VARIOS FACTORES (enfermedades). En el joven, es lo contrario. Varios síntomas habitualmente son causados por un único factor (enfermedad).
- LOS EFECTOS COLATERALES de las drogas deben SIEMPRE ser recordados. Frente a un síntoma nuevo en el anciano, evaluar si alguna droga fue recientemente iniciada, aumentada la dosis o descontinuada.
- REVISE SIEMPRE la lista de MEDICAMENTOS de su paciente anciano. Lo que fue útil o indicado en el pasado, puede no ser más ahora. POLIFARMACIA en el anciano es un gran problema. En toda la consulta, evalúe la posibilidad de suspender o reducir la dosis de alguna droga (DEPRESCRIPCIÓN). Se sabemos poco de los efectos colaterales, sabemos todavía menos de la interacción medicamentosa y la interacción droga-enfermedad.
- Este atento a las MANIFESTACIONES ATÍPICAS de las enfermedades. Sí, ellas ocurren en una frecuencia mucho mayor en los ancianos, y son frecuentemente responsables de los errores o atrasos en el diagnóstico. Por ejemplo, no deje pasar por alto el diagnóstico de delirium, especialmente el delirium hipoactivo (60% de los casos no son diagnosticados). Delirium muchas veces es la punta del iceberg de un gran problema.
- Evalúe de manera criteriosa y cautelosa las recomendaciones que constan en las GUIAS de las sociedades médicas. Son muy importantes, pues sirven como orientación. Pero debemos recordar que son basadas, en la mayoría de casos, en estudios que excluyeron pacientes ancianos y/o frágiles y/o multimórbidos, y/o con polifarmacia. Así, los resultados obtenidos no pueden ser exactamente extrapolados para su paciente específico. Por lo tanto, use el buen juicio y tome conductas individualizadas a la realidad del paciente que está al frente.
- START SLOW, GO SLOW, BUT GO. Claro, ese conocido axioma muy usado en geriatría no puede estar fuera de esta lista. Los ancianos acostumbran ser más sensibles a los efectos de las drogas. Por lo tanto, normalmente debemos comenzar tratamientos con las dosis más bajas y progresar más lentamente. Por otro lado, es un error frecuente no intentar progresar hasta las dosis objetivo. Sub-dosis pueden acarrearen respuestas terapéuticas insatisfactorias.