Obesidad y riesgo cardiovascular: ¿que dice la nueva guia Americana?

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La AHA publicó recientemente una nueva guía sobre obesidad y riesgo cardiovascular . Hemos recopilado los 10 puntos principales para usted en este texto.

  1. La obesidad contribuye a la mayor incidencia de varios factores de riesgo cardiovascular que incluyen dislipidemia, diabetes tipo 2, hipertensión y trastornos del sueño. Además, la obesidad per sees un factor de riesgo independiente de mortalidad cardiovascular.
  2. La obesidad se considera una epidemia mundial. Su prevalencia se ha duplicado en los últimos 15 años. Se estima que entre el 39 y el 49% de la población mundial tiene sobrepeso. En Brasil, el 55% de la población tiene sobrepeso y el 20% ya está clasificado como obeso.
  3. El diagnóstico de obesidad se basa en los criterios de la OMS que utilizan el índice de masa corporal (IMC) ≥ 30 kg / m 2como punto de corte. El IMC tiene una fuerte correlación con la grasa corporal total en los enfoques basados ​​en la población, pero tiene limitaciones en la evaluación individual.
  4. El depósito de grasa ectópica, particularmente grasa visceral, tiene una mayor correlación con el riesgo de complicaciones metabólicas y cardiovasculares. El hallazgo de "obesos sanos" y "flacos metabolicamente enfermos" podría explicarse por la distribución de la grasa corporal.
  5. La medición de la circunferencia abdominal, incluso en individuos con peso normal, puede utilizarse como indicador de grasa visceral, mostrando buena correlación con la incidencia de eventos cardiovasculares, siendo un criterio obligatorio en el diagnóstico de síndrome metabólico. En Brasil, seguimos la recomendación de la International Diabetes Federation(IDF) con un punto de corte de 90 cm para hombres y 80 cm para mujeres .
  6. Los depósitos de grasa ectópicos provocan resistencia a la insulina, dislipidemia aterogénica (hipertrigliceridemia, HDL bajo, partículas de LDL pequeñas y densas) y liberación de factores inflamatorios (leptina, IL6 y TNFa). Tal combinación conduce a disfunción endotelial, menor disponibilidad de óxido nítrico e hipercoagulabilidad (hiperactividad plaquetaria), lo que justifica una mayor incidencia de eventos.
  7. El diagnóstico de enfermedad coronaria en personas obesas puede resultar difícil. El ECG puede mostrar cambios, tanto por cambios en la posición anatómica como por la distancia entre los electrodos. La prueba de esfuerzo puede verse limitada por el sobrepeso. Otras modalidades como la gammagrafía, la PET-TC, el ecoestrés, el score de calcio e incluso la angiotomografía se pueden utilizar con mayor precisión.
  8. El ejercicio físico puede reducir la grasa visceral incluso en ausencia de pérdida de peso. Los ejercicios aeróbicos de intensidad moderada (3 a 6 MET), con una duración de 150 minutos semanales, son suficientes para la reducción de los depósitos de grasa ectópicos, con disminución de la resistencia a la insulina y de los marcadores inflamatorios.
  9. La dieta mediterránea, con un mayor consumo de verduras, frutas, cereales integrales y grasas insaturadas, como aceite de oliva y frutos secos, se asoció con una reducción de los eventos cardiovasculares. En el estudio look AHEAD, los pacientes que lograron mantener una pérdida de peso ≥ 10% también obtuvieron beneficios significativos. Por tanto, la limitación calórica y la composición de la dieta demuestran un impacto sobre la protección cardiovascular.
  10. ¡ Atención! Ningún agente farmacológicoutilizado para la pérdida de peso ha mostrado una reducción en la incidencia de eventos. Aunque los agonistas de GLP1 han mostrado beneficios en sus estudios en la población diabética, no se ha observado lo mismo en individuos obesos no diabéticos. Por el contrario, los estudios prospectivos con cirugía bariátrica han mostrado una reducción de eventos fatales y no fatales.